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Piedras y Bronces. Hombres y nombres

Morete, ¿primer obispo astorgano?

por Martín Martínez


Se quiere decir con este título, si habría posibilidad de que Morete Bodelón fuera el primer obispo que hubiera cursado estudios en el Seminario de Astorga. Cosa difícil de demostrar, aunque Apolinar del Corral, en su tesis sobre el Seminario, lo incluye en primer lugar como Obispo sin citar las fuentes. Dejemos sentado que el Seminario, como tal, comenzó a funcionar en 1.799, cuando nuestro Obispo contaba ya 33 años de edad. Sin embargo, como el obispo Sánchez Cabezón, había erigido, frente a Santa Marta, en 1.766, lo que fue el embrión del Seminario, podemos dar por sentado que Morete Bodelón, realizó sus estudios en aquel centro. Y por ello podemos calificarlo como el primer Obispo surgido de ese centenario (ya casi dos siglos el edificio actual) centro religioso.

Me viene a la mente esta miscelánea por estar nuestra Diócesis de moda en estas últimas semanas, al haber sido designados en muy pocos días por Su Santidad el Papa, el arzobispo de Santiago, Monseñor Barrio, y el obispo de Palencia, Monseñor Palmero; ambos estudiantes en este nuestro Seminario y que cierran, por ahora, la nómina de Obispos astorganos con López Peláez, Santos Olivera, Martínez Acebes, Tato Losada y otros.

Ciertamente no podemos decir que el obispado de Morete Bodelón, quien además fue obispo de su Diócesis (de Astorga), fuera brillante, destacando su labor en lo que se refería al Seminario al que dotó de nuevo profesorado. Había nacido en Magaz de Arriba, en el Bierzo, en el año 1.766, precisamente cuando Sánchez Cabezón erigía los estudios eclesiásticos en Astorga. A los 38 años, en 1.804, lo encontramos de párroco en Miñambres de la Valduerna, hasta 1.816 que pasa a ser canónigo de Burgos, donde en 1.824 es propuesto como obispo de Canarias, según Rodríguez López. Muere el obispo astorgano Guillermo Martínez y Morete Bodelón, sin haber viajado a Canarias es propuesto para la sede astorgana en el mes de diciembre de dicho año.

Quizás la bendición de la campana María sea el hecho más curioso de su pontificado que duró poco más de dos años. La campana que ya existía se renovaba y aumentaba en tamaño y peso, ahora con 220 arrobas fundidas en la Trasmiera santanderina, célebre lugar de campaneros.

Campana que en 1.893, durante la procesión sacramental de Santa Marta se cayó y en ese mismo año volvió a fundirse. En este caso no se recurrió al exterior, pues en esa fecha existía en Astorga la fundición de Silverio de la Sierra y Manuel Ballesteros. Ahora se aumentaba, una vez más, el tamaño y peso de la María. Pasa a tener un peso de 240 arrobas, con embocadura de un metro con ochenta centímetros y nada menos que dos metros 25 centímetros de altura, incluidas las asas de sujección.

Con estas proporciones de la campana más emblemática de nuestra Catedral, sin olvidar las Pascualejas y demás, no es extraño que los astorganos mantengan aquel dicho tan popular ligado a la también más emblemática fuente de la ciudad, la Fuente Encalada:

Si la Fuente Encalada manara vino

y la campana María fuera el cuartillo...

Martín Martínez

Publicado en El Faro Astorgano en 1.997