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Semana Santa de Astorga. Acontecimiento declarado de interés turístico por la Junta de Castilla y León.  En esta página se recogen diversos trabajos sobre la Semana santa Astorgana y el programa de una Semana Santa-tipo.


Apuntes de la Semana Santa de Astorga

Por Isidro Martínez

El transcurrir de los años ha supuesto un vuelco importante para la Semana Santa de Astorga, que perdió parte de la autenticidad para ganar en brillantez, en espectadores y procesiones.

La Semana Santa de Astorga, en sus desfiles, tenía estaciones o paradas en algunos lugares puntuales, que suponían una oportunidad de comer y beber para los braceros e incluso las gentes que desfilan. Todavía se recuerda la procesión del Encuentro, que salía a las 6 de la mañana de Puerta de Rey, y que hacia estación en la Catedral, en donde la costumbre mandaba comer churros y beber orujo. Algunos no tenían demasiada tasa en ambos ingredientes, y los pasos se cimbreaban más de lo aconsejable. Esas costumbres se perdieron, ahora todo es más serio y riguroso, aunque con ellas también se perdió una cierta emoción de los que vivían la Semana Santa astorgana.

Cofradías

La Semana Santa de Astorga suma ahora hasta 7 cofradías. Una en cada parroquia de los barrios, (Las Palmas, El Nazareno, El Bendito Cristo) y otras centradas en el caso histórico como la Vera Cruz, los Caballeros del Silencio, la Santa Cena y la Virgen de la Piedad, ésta nacida hace media docena de años y formada sólo por mujeres. Sus dos desfiles se han integrado perfectamente en el programa.

Todas estas cofradías están ahormadas por la Junta Pro Fomento, que coordina el trabajo y los desfiles para conseguir un mayor esplendor.

Junto a las cofradías, y sus desfiles, la Archicofradía de la Virgen de los Dolores, ubicada en la parroquia de San Bartolomé, y que saca la imagen de la Virgen en la tarde del Domingo de Ramos, pero sin integrarse en Pro Fomento.

Desfiles

Los desfiles procesionales arrancan el Viernes de Dolores con un Viacrucis procesional de la Damas de la Virgen de la Piedad. Desde ese momento, y hasta el Domingo de Resurrección, la ciudad se llena del sabor a procesión y Semana Santa. A destacar el Viacrucis del martes, en el que participan todas las cofradías, y en los últimos años, representaciones de otras de los pueblos de la comarca.

Las procesiones con mayor eco de público son las de Las Palmas, el domingo de Ramos, con el Obispo y Cabildo, junto a las autoridades, todos con palmas en las manos, en la plaza Mayor y esperando la llegada del paso de la "Borriquilla".

Procesión especial el Viernes de madrugada, desde Piedralba, recuperada por la Vera Cruz, con estación en el monasterio de Santa Clara, en donde las monjas entonan una Salve.

Desfile del "Encuentro" en que la plaza Mayor se abarrota de gente, junto a los pasos de la cofradía de Jesús Nazareno y Virgen de la Soledad, y en el que la emoción se rompe en un prolongado aplauso cuando los braceros levantan el paso.

Procesión del Entierro, con la Vera Cruz y su Cristo articulado, que baja lentamente con el sonar de los tambores y el silencio de todos. Los desfiles procesionales de Astorga están llenos, sobre todo, de sentimiento, de emoción.

Pasos nuevos y renovados

En los últimos diez años, con el apoyo de las instituciones, las cofradías han restaurado en profundidad todos los pasos de la Semana Santa. Una sana competencia, y dinero, para dejar las imágenes en un estado muy aceptable.

Esta actividad se ha completado con la creación en los últimos años de dos nuevos pasos. La cofradía de Las Palmas encargó un Cristo del Perdón y de la Paz, de gran tamaño, que ya ha procesionado en los dos últimos años.

Y la hermandad de la Santa Cena este año estrena, en su desfile del miércoles santo, su paso de Jesús Cautivo, una imagen en madera, realizada en Astorga, en pino policromado.

La imagen se bendijo a finales de marzo y este año ya estará en la procesión, aunque tal vez, y así se concibió en el taller, no debería llevar la túnica de la cofradía, sino ir desnudo.

Bandas de cornetas

La otra gran aportación de los últimos años a la Semana Santa de Astorga ha sido las bandas de cornetas y tambores. Durante todo el año ensayan las composiciones que después se oirán en las procesiones. Son ya 6 las bandas de cornetas que acompañan a los pasos, y en ocasiones se refuerza esta presencia con bandas que llegan desde León.

Las bandas astorganas, que tienen un certamen días antes de la gran semana, son invitadas a participar en otros lugares, y así este año han estado en Salamanca e irán a Benavente y otros lugares, mostrando la calidad musical que están alcanzando.

Pueblos

Pero no sólo en Astorga la Semana Santa tiene esplendor, aunque en la ciudad maragata, con el título de "interés regional" de la Junta, sobresale sobre el resto. Pero para el turista curioso, que pasa unos días en la ciudad, conocer las sencillas procesiones del Viernes Santo en cualquier de los pueblos puede ser un hallazgo. Una cruz y una imagen de un Cristo suelen ser bagaje suficiente para el medio centenar de personas que participan en el desfile.

Junto a ellas, procesiones ya organizadas se pueden ver en León, con mucho prestigio, y también en La Bañeza, Ponferrada, o en pueblos de la comarca astorgana como San Justo de la Vega y Posadilla de la Vega, e incluso en Fontoria de Cepeda.

Limonada

La Semana Santa no sólo son procesiones, sino también cientos de personas que llegan de todas partes para estar con la familia y los amigos. La ciudad se llena de gente, y las calles bullen. La tradición manda que en todos los establecimientos hosteleros la limonada es bebida obligada, y voluntad de cada cual está el escoger la mejor visitando los bares.

Junto a la limonada las torrijas, para acompañar, que no todos hacen, pero sí son fáciles de hallar. Y las almendras, garrapiñadas o saladillas, que forman parte del ambiente semanasantero, y que se pueden adquirir en La Mallorquina, en Velasco, en Alonso o en la Flor y Nata, además de La Ermita y Cabezas.

La Semana Santa de Astorga, es, sin duda, uno de los mejores momentos de la ciudad y de sus gentes.

Isidro MARTINEZ

 


De la Borriquilla al Resucitado

por José Antonio CARRO CELADA

Que yo sepa ningún otro libro astorgano ha visto la luz en Fournier Artes Gráficas de Vitoria, la famosa imprenta donde se edita la baraja, que ya es buena carta de presentación salir de las mismas prensas que un producto sometido a la prueba del nueve del manoseo. Pues bien, Procesiones y pasos, el primoroso libro que hace un año editaba el Grupo Imagen Prisma con textos de los hermanos Velado Graña, lleva este popular e ilustre pie, la garantía impresora de la baraja. Sólo de Pascuas a Ramos sale en Astorga un libro de este postín, que además evoca el acontecer religioso que va de Ramos a Pascua.

Debo decir a favor de este libro que aunque no lo tenga ahora conmigo, lo conservo vivo y destellante dentro de mi cámara oscura. Recuerdo el brillo de su satinado, la talla de su formato, la densidad de su peso en imágenes, los agradecidos blancos de los versos que ponen ritmo y sentimiento a tanta tintura, la estampación de sus fotografías donde han quedado marcados los brillos y los mates, los descascarillados, las grietas y el arañazo de las gubias de todos y cada uno de los pasos de la Semana Santa de Astorga.

Procesiones y pasos es un festín para los ojos. Si alguien dijera que la categoría artística de muchos de los pasos no merecía primeros planos tan contundentes, se le podría responder no con la medición del arte sino con el desbordamiento afectuoso que despiertan entre nosotros esas figuras de nombre arrabalero o de evangelio apócrifo, como Cañinas y Morralero, y que son un ejercicio catequético, simplista y artísticamente maniqueo, salido del taller de Francisco López, el artesano que puso a un tiempo dulce desamparo al Jesús paciente y gesto irrisorio a los pequeñajos torturadores.

Andan por estas páginas todos los pasos de la Semana Santa astorgana sin faltar uno. Cierro los ojos y los recompongo en su detallismo fotográfico, desde la Borriquilla al Resucitado, pero sobre todo retengo una imagen, la voladora capa de San Juanín en su carrera flotando a doble página sobre la emoción borrosa de los espectadores de la plaza. Y muchos otros detalles que no son para contar, porque en este libro toma consistencia la frase de McLuhan: una imagen vale más que mil palabras. Pero también creo que en este libro, con sus muchas palabras, hasta las palabras tienen valor de imagen y se ponen a su servicio, al igual que las imágenes necesitan del valioso texto con que los hermanos Velado Graña ponen de relieve el relato bíblico, la explicación teológica y litúrgica, y la interpretación de la religiosidad popular, que por algo el libro se llama como se llama.

Estamos ante un alicatado de imagen y palabra, en el que la balanza se inclina a favor de las imágenes, porque una de las singularidades de estas trescientas páginas en formato mayor –aparte del recuento de las cofradías y otros apéndices— consiste en esa antología de textos poéticos sobre la Pasión donde están presentes lo mismo Lope que Unamuno, Diego que Valverde, Panero que Descalzo, pero en la que descuella sobre todo un subrayado de autor que va creciendo a lo largo del libro y que corresponde a la firma de Bernardo Velado.

Son cuarenta poemas inspirados en la Semana Santa astorgana, donde menudean décimas y sonetos, transposiciones –"Astorga es Jerusalén"—y aclimataciones –"Macarena de Astorga"—que conectan la vivencia local con la experiencia religiosa. Todo un jugoso poemario de Bernardo Velado sobre la Pasión esparcido a lo largo de todo este libro, no sólo por astorgano, inolvidable. En resumidas cuentas, un lujo de presentación, de calidad gráfica, de hermoso continente y de hondos contenidos. Un libro que vale más que pesa, y eso que pesa lo suyo.

José-Antonio CARRO CELADA


Programa de una Semana Santa

Como muestra orientariva de un programa de Semana Santa, se figura el del año 1998

Viernes de Dolores

Sábado siguiente al viernes de Dolores

Domingo de Ramos

Lunes Santo

Martes Santo

Miércoles Santo, 8 de Abril

Jueves Santo: la cena del Señor

Viernes Santo: la Pasión del Señor

Sábado Santo

Domingo de Pascua: la Resurrección del Señor